01/05/09
Primero de Mayo
Estoy en la combi regresando a mi casa, el día estuvo algo complicado en el trabajo, el cansancio da paso al sueño. Sentado del lado de la ventana veo muchas imágenes similares pero distintas a las vez, veo personas parecidas pero también diferentes, veo personas pelando contra el tráfico, es hora punta, y ya sabemos lo que eso implica,.
La combi se detiene en una esquina donde hay un semáforo. Al lado derecho veo a un señor en terno conduciendo una camioneta; el conductor no parece tener muchas preocupaciones, imagino que debe tener un buen trabajo con un alto sueldo; y en este mundo mercantilizado eso es mas que suficiente para estar tranquilo, al menos para ellos. Pero del otro lado veo a un señor que debe tener unos 50 años, la misma edad que el conductor de la camioneta, pero la diferencia es notoria, esta persona vende golosinas en la calle, su herramienta de trabajo es una caja con dulces y no un portafolio como el que lleva la otra persona; el vendedor usa ropa raída por el uso y el tiempo, mientras que al otro lado un confortable terno le da otro aspecto al afortunado conductor.
La combi avanza varias cuadras hasta detenerse frente a una conocida cadena de comida rápida. Por la ventana distingo a niños de aproximadamente 10 u 11 años, ellos alegremente disfrutan de unas hamburguesas, gaseosas, papas, calculo que este llamativo combo debe costar unos 20 soles. Frente a ellos veo a tres niños, con algunos años menos, con menos oportunidades que ellos, con menos que llevarse a la boca, con muchas mas necesidades; ellos hacen malabares frente a los carros tratando de ganar unas monedas; pero lo que mas ganan es la indiferencia de la gente.
Hoy es un nuevo día (*)
y tengo que ir a laburar.
Mi cara de cansado se refleja
en la taza fría de café.
A mi no me gusta trabajar
pero tengo que ir igual
odio ir a laburar pero tengo que morfar.
8 horas todos los días yo tengo que laburar,
el sueldo que a mi me pagan
no me alcanza para morfar.
Por eso odio laburar pero tengo que ir igual
a mi no me gusta trabajar
pero tengo que morfar.
El primero de Mayo celebramos el día de la dignidad de la clase obrera, pero basta con ver a nuestro alrededor como para pensar si realmente lo debemos celebrar. En el papel están dadas las cosas, obviamente que el esfuerzo por lograr el reconocimiento de esta fecha ha sido muy importante, pero viendo la forma en que gira este mundo, podemos hablar de respeto a los trabajadores?.
Posiblemente el ritmo en que suceden las cosas hace que nos hayamos olvidado de pensar en los demás, algunos de nosotros tenemos un trabajo estable y quizás eso nos basta, pero acaso muchas de las personas que conocemos tienen la misma suerte?.
Podemos preguntarnos si realmente trabajamos ocho horas diarias?, puede ser que algunos si lo hagan, pero acaso no hay personas que por menos salario trabajan el doble de horas?, es justo ver a niños cubriendo similar jornada trabajando en las calles?, o acaso no es trabajo vender golosinas en las calles?, es justo ver a personas de muy avanzada edad tratando de ganar un poco de dinero porque a pesar de haber trabajado la mayor parte de su vida, lo poco que el dieron de jubilación no les alcanza?.
Ha pasado un siglo de lucha por los derechos de los trabajadores pero el sistema neoliberal poco a poco nos va quitando esos derechos. No debemos olvidar qué es la solidaridad, el apoyo mutuo, lo que nos hará mejores personas, no basta con ver solo de nuestro lado sino por nuestros herman@s; debemos pensar y actuar de este modo para que los niños y niñas puedan crecer libres, hay que fomentar la educación y la igualdad entre géneros; el respeto no lo regalan, nos lo tenemos que ganar.
La lucha hacia una sociedad igualitaria y libertaria no debe parar, debemos de estar más unidos que nunca, lejos de miedos y diferencias encontraremos puntos de encuentro. Un mundo mejor es posible.
(*) Odio Laburar / 2 Minutos
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario