Desde la Trinchera...

25/02/09

Desde la Trinchera...

Recuerdos de una tarde de verano

Estoy en el paradero esperando las combis que van a Huaycán, a la distancia diviso uno de estos transportes de la línea H, esa es la que me lleva, así que subo y busco un asiento. Durante la hora de viaje dan vueltas en mi cabeza algunos pasajes de algo que viví aquel lejano verano del 2001.

Recuerdo la reunión en casa de Luis antes del primer programa. Isela, Luis y yo tratamos de preparar algo para calmar el hambre, mientras íbamos repasando los temas que íbamos a tocar en nuestro primer programa al aire, así como seleccionar las canciones que pondríamos. Había cierta tensión y a la vez ansiedad de que sean las tres de la tarde y empezar este nuevo ciclo en nuestras vidas.
Llegada la hora salimos de la Molina rumbo a Huaycán. Tomamos dos combis, en el camino íbamos observando el paisaje, algunas bromas matizaban el viaje. Cuando entramos a la cabina, segundos antes de salir al aire nos miramos y los nervios quedaron atrás, teníamos confianza en nosotros y sabíamos que responderíamos como equipo ante cualquier falencia, y así fue, los minutos nos fueron dando confianza, al final el espacio se volvió un punto de conversación ameno, al igual que cuando conversábamos en la escalera de la resi (aquella que tantos recuerdos guarda de nosotros). Sin darnos cuenta habíamso llegado al final de nuestro primer programa. Nos despedimos, y antes de salir hicimos un amague de pogo en la cabina, como para celebrar el momento (de fondo habíamos puesto una canción de Attaque 77).
Decidimos caminar un poco por nuestro nuevo “dominio”, queríamos familiarizarnos con las calles de Huaycán; había algo allí que nos hacia sentir locales, eso nos dio mas confianza para afrontar con mas ganas lo que venía.
Tener un espacio de estas características en Radio Emmanuel de Huaycán era algo totalmente novedoso para esta zona, ya que según averiguamos nunca antes un programa radial de esta localidad difundió a bandas locales de punk, hardcore, reggae, ska, metal, etc, así como tampoco de impulsaban los proyectos locales de desarrollo. Definitivamente la temática social y la música eran nuestro fuerte, y eso caló rápidamente en los jóvenes que nos escuchaban. Entonces, podemos decir que MIXTURA llenó las expectativas, tanto de nosotros como del público oyente.
Recuerdo la emoción al leer los primeros e-mails, los cuales luego se fueron multiplicando, así como el interés de las bandas de mandar sus discos, y también por ser entrevistadas. Gracias a internet pudimos contactar con bandas de otros países y poner los cds que nos mandaban.
Y como olvidar los dos acústicos que hicimos en la cabina. Uno fue con nuestros viejos y grandes amigos de 3 al Hilo, y el otro con Ilusión Marchita. Saliendo de la radio nos reuníamos en el jardín grande que está cerca de la entrada de Huaycán; tocando, cantando, y compartiendo unos tragos con las bandas e incluso con algunas personas del lugar, con fogata incluida para espantar los mosquitos.
Además permanece en mi memoria la vez que contacté con los A.N.I.M.A.L. de Argentina, grupo ranqueado internacionalmente, y que a pesar de tener una invitación para estar en un programa de otra radio (Radio Nacional, con un mayor alcance), decidieron ir con toda la banda a nuestro programa, en esa oportunidad ya estábamos en Radio Cadena; es decir, de Huaycán nos fuimos a Miraflores, circunstancias que da la vida no.

“Joven ya llegamos a la Parroquia”, me dice el cobrador, mi mente recupera la actualidad y deja los recuerdos.
Volví a este lugar para tratar de recordar algunas cosas del 2001. Aquellos sueños de tres jóvenes recién egresados de la escuela de periodismo comenzaron en esta radio. Hoy, ocho años después, al estar frente a ella, mi rostro dibuja una sonrisa. Creo que hicimos las cosas bien; y este retorno de MIXTURA es el mejor pretexto para decir, que la historia continua...

CM

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